La mayoría de las pequeñas y medianas empresas de nuestro país tiene un solo dueño, quien a su vez posee los derechos legales de propiedad de la misma, dirige y toma decisiones de manera unilateral de acuerdo a su experiencia y objetivos.

En contraste, para las compañías donde se comparte la propiedad por concepto de socios e inversionistas, la responsabilidad directiva cae en la decisión acordada por la mayoría de los miembros del consejo directivo. En algunas ocasiones, la función de los miembros de un consejo directivo se vuelve pasiva; es decir, que no se involucran directamente en cómo la empresa es dirigida por los mandos intermedios.

Quien realmente crea el ambiente interno dentro de las organizaciones son los trabajadores sin dejar de ser influidos por sus directivos y jefe directo. Los jefes operativos, deben tener la capacidad de analizar y hacer los cambios necesarios que afectan el desempeño diario de sus colaboradores.

Los cambios deben ser basados en hechos y dando un seguimiento de mejora a las observaciones previamente planteadas a cada una de las partes involucradas. Afortunadamente, el ambiente interno de una organización es comúnmente más factible de mejorar en el corto plazo que cuando nos enfrentamos a factores externos.

Las organizaciones definitivamente son sistemas abiertos por interactuar con todos los factores externos que le rodean y que afectan su ambiente interno. Existe un amplio abanico de posibilidades de mejora dentro del trabajo directivo si los directores de cada área demuestran tener la capacidad de visualizar y anticiparse a la reacción de sus subordinados ante una nueva tarea asignada.

Se habla mucho de comunicación dentro de las empresas, pero ¿Se comunica al personal sus deberes? ¿Sus debilidades? ¿Sus logros? La pregunta está más enfocada en la forma de pedir; porque un equipo de trabajo maximiza sus resultados cuando el ambiente es propicio al proponer, aplicar y evaluar.

  • Es responsabilidad de los directivos crear el ambiente propicio enmarcando un entorno positivo de confianza ante las eventualidades que muy seguramente desembocará en un aumento en la productividad del bien o servicio ofrecido.
  • La crítica constructiva debe ser practicada por todo el personal de la empresa y no solamente por los jefes.
  • El personal operativo debe ser tomado en cuenta pues tiene perspectivas diferentes. No es lo mismo operar tras un escritorio que estar en el campo de batalla.
  • Conocer el funcionamiento de la empresa desde el punto de vista del personal operativo y escuchar sus propuestas hará que el equipo de trabajo se sienta parte de la empresa y de los logros de la misma.
  • El crear un ambiente de confianza y respeto mutuo es fundamental si el objetivo es que los subalternos se sientan libres de expresar sus expectativas y preocupaciones y ¿por qué no? sus propios intereses.
  • Es naturaleza humana el deseo de sentirse escuchado y respaldado; pero definitivamente sin un ambiente de confianza difícilmente conoceremos de viva voz lo que en realidad se respira dentro de una organización.

El ambiente organizacional, consiste en estudiar y aplicar el conocimiento de cómo las personas actúan de manera individual y en equipo. Este concepto abarca un número considerable de elementos en la empresa como lo son: la cultura, liderazgo, trabajo en equipo… La cultura definitivamente determinará el comportamiento en una sociedad. El éxito de un trabajador dentro de la empresa se refleja en la satisfacción misma que recibe por su trabajo. Consideremos, entonces, el autoestima de los trabajadores como un importante elemento además del sueldo, prestaciones, crecimiento laboral y personal entre otros.

 Escrito por:  Jorge Adolfo Obregón Aragón

Es Licenciado en Contaduría Pública y en Enseñanza del Idioma Inglés por la Universidad Autónoma de Sinaloa Culiacán. Cuenta con una Maestría en Administración de Negocios y en Educación. En su experiencia profesional se desempeñó como Delegado Académico y Fundador del Centro de Estudios de Lenguas Extranjeras de la U de O Culiacán, Director del departamento de idiomas en el Instituto Chapultepec de Culiacán y Director General del Instituto FORJA. Asimismo ha sido Catedrático en la Universidad Católica de Culiacán y actualmente es profesor de ICAMI Región Noroeste.