¿Por qué nos desanimamos tan pronto? ¿Por qué nos desesperamos y desmotivamos cuando las cosas no suceden como nosotros queríamos? ¿Por qué nos sentimos insatisfechos?

Vivimos en un mundo muy competitivo, estamos acostumbrados a vivir deprisa, nuestros días están llenos de actividades, y las exigencias actuales son cada vez mayores. Todos hemos visto como el ritmo de vida ha cambiado, corremos a un ritmo acelerado y de constante cambio en el que queremos obtener todo rápido y en el momento. Trabajamos todos los días para conseguir nuestras metas y lograr nuestros objetivos, sin embargo existen obstáculos, y situaciones que se nos presentan que nos hacen más difícil ésta tarea y cuando las cosas no suceden como las teníamos planeadas, viene un descontento y un desanimo interno que nos separa de nuestro camino para lograr lo que nos habíamos propuesto.

¿Cuántas veces hemos escuchado frases como “ya no puedo más”, “este trabajo no es como lo pensaba”, “yo hasta aquí llego”, “no tengo porque estar aguantando esto”? Tenemos un nuevo proyecto, no funciona y le damos la vuelta al primer intento, dejando todo inconcluso porque algo no resultó como nosotros queríamos o como lo teníamos planeado. Pero es precisamente ahí en esos obstáculos y esas situaciones difíciles que surgen en nuestro camino, en nuestro desempeño, donde está el verdadero valor de nuestro trabajo, donde está la verdadera lucha y el aprendizaje real que nos va a forjar como personas y como profesionistas exitosos.

Las grandes empresas no se forman de la noche a la mañana, los directores no llegan a su puesto de trabajo al día siguiente en que obtienen su título universitario. Hay momentos de crisis, hay momentos complicados en los que tenemos que redoblar nuestros esfuerzos. El éxito hay que recordar que conlleva sacrificio, renuncia, lucha y esfuerzo para lograr lo que nos proponemos. Muchas veces nos podemos encontrar con el fracaso, con las caídas, con personas que piensan muy distinto a nosotros, con decisiones que en su momento pensamos que eran las mejores, sin embargo con el paso del tiempo nos dimos cuenta que nos equivocamos. Pero todo esto nos enriquece, nos da herramientas necesarias, nos hace crecer y nos acerca cada vez más a nuestras metas.

Detengámonos un poco y conozcámonos a nosotros mismos, es necesario muchas veces hacer una pausa y darnos momentos de silencio interior, de reflexión personal que nos conlleven a detectar nuestras fortalezas y nuestras oportunidades para poder saber por dónde va a estar nuestra lucha. Definamos que es lo que queremos lograr y establezcamos nuestro plan de acción y estrategias a seguir, no nos rindamos al primer intento.

Volvamos a los valores básicos que muchas veces se nos olvidan. En primer lugar el compromiso; no nos de miedo comprometernos, hagámonos cargo de nuestras obligaciones y saquemos adelante todo lo que se nos ha confiado y lo que nos hemos propuesto. Se necesita de personas comprometidas con la familia, con la sociedad, con las empresas, con el medio ambiente. No pensemos que es algo pasado de moda. En segundo lugar la responsabilidad; asumamos las consecuencias de nuestras decisiones, acciones y de nuestras tareas. Demos la cara y sepamos responder cuando es necesario. Por último recordemos la constancia; ésta requiere de mucha perseverancia y fortaleza, para hacer lo que nos corresponde en cada momento, terminemos lo que empezamos, creemos hábitos diarios que nos lleven a formarnos, estemos dispuestos a esforzarnos diariamente. El talento por sí solo no nos va a hacer llegar al éxito, necesitamos conocimientos, preparación, destreza y esfuerzo constante.

Fomentemos la cultura del esfuerzo en nuestras familias, en nuestro espacio laboral, con nuestras amistades, y démosle sentido a todas nuestras acciones, motivémonos y perseveremos en lo que nos proponemos, recordemos que lograr el éxito y alcanzar nuestras metas, es una tarea de todos los días.

 Escrito por:  Lic. Alejandra Bernal Cárdenas

Licenciada en Administración de Empresas y cuenta con Maestría en Innovación para el Desarrollo Empresarial por el Instituto Tecnológico de Estudios de Monterrey (ITESM). Es participante del programa Perfeccionamiento de Competencias Gerenciales (PCG) de ICAMI. En el ámbito laboral se ha desempeñado en áreas administrativas y comerciales en ITESM Campus Monterrey, IPADE Sede Monterrey y actualmente es Gerente de Vinculación de Proyectos en ICAMI Región Noroeste.