“Nosotros vamos construyendo nuestra realidad según las creencias y acciones que seguimos, así que si piensas y actúas desde la carencia irás construyendo un estilo de vida en el que te sentirás constantemente insatisfecho.”
¿Alguna vez te has puesto a pensar qué tipo de actitudes tienes frente el dinero? Para darte una idea, responde estas siguientes preguntas: ¿Sufres cuando te toca pagar impuestos? ¿Das con alegría las propinas? ¿Tienes miedo de que se te acabe el dinero? ¿Crees que el dinero es tu fuente de felicidad?
El dinero sin duda influye mucho en nuestras vidas; depende de él poder pagar nuestras cuentas, comer la comida que nos gusta, poder salir con los amigos, viajar, etc. Pero de esto, no se siguen las siguientes creencias:
“Si no hago mucho dinero seré infeliz”
“No puedo compartir con mis amigos si no tengo dinero para salir”
“Tengo que comer cosas feas porque tengo poco dinero”
“No puedo regalarle nada a mi novia/o en su cumple”
Este tipo de creencias, que se convierten en conductas, atraen hacia ti la carencia o la sensación de que “falta algo”. Nosotros vamos construyendo nuestra realidad según las creencias y acciones que seguimos, así que si piensas y actúas desde la carencia irás construyendo un estilo de vida en el que te sentirás constantemente insatisfecho y con temor de que no rinda tu dinero.
Me pareció muy interesante la investigación de Kathleen Vohs, profesor de la escuela de negocios de la Universidad de McKnight , en la cual señala que pensar sólo en el dinero genera sentimientos negativos en la mayoría de las personas ¡y no acaba ahí! ese tipo de sentimientos hacen que nos volvamos un poco más antisociales y menos propensos a ayudar a los demás.
Aunque la mayoría de nosotros valoramos la filantropía y la libertad, nuestras creencias sobre el dinero frecuentemente nos llevan a actuar de manera opuesta a esos ideales. Sin darnos cuenta, nos vamos convirtiendo en personas miserables en lugar de generosas, y nos sentimos ansiosos y atrapados en lugar de sentirnos libres. Obviamente esta situación nos hace sentirnos más pobres e infelices, y no precisamente por tener “x” cantidad de dinero, sino por las creencias de privación que estamos cultivando.
Ahora bien, ¿qué podemos hacer para cambiar esta actitud frente al dinero? Aquí les dejo algunos tips:
- Alégrate al momento de dar propinas o pagar facturas. Piensa que ese dinero será muy útil para quien lo reciba, y servirá para algo bueno.
- Agradece desde que amanece todos los bienes que tienes. En lugar de empezar tu día pensando en lo que debes hacer para que no te falten cosas, inícialo agradeciendo que tienes una cama sobre la que te levantas, que tienes agua para ducharte, que puedes ver y moverte libremente. Hay personas que no cuentan con un colchón sobre el cuál acostarse, no tienen qué comer y menos un lugar donde asearse.
- Compra un regalo para alguien querido. Muchas veces tenemos cuidado de no gastar ni un peso extra por miedo a que no nos alcance el dinero, y ello nos lleva a que dejemos de tener detalles con personas que nos importan. Puedes comprar un chocolatito para tu compañero de trabajo, no tiene que ser algo del otro mundo. De hecho, la investigación realizada en la Universidad de Columbia por Dunn y Aknin muestra que las personas que dan dinero para beneficencia o compran regalos para los demás son significativamente más felices que aquellos que no lo hacen. Según estos investigadores, “cómo gastas tu dinero puede ser tan importante como la cantidad de dinero que ganas.”
- Compra lo que realmente quieres. La anticipación es un factor muy importante para nuestro bienestar ya que somos seres que tienen la tendencia a obtener mayor satisfacción al anticiparse por las cosas buenas, así que la próxima vez que quieras comprar algo, espérate uno o dos meses, y si aún deseas comprar ese producto, es algo que realmente quieres y te causará gozo tenerlo.
Práctica estos tips y aquellas actitudes que atraigan las circunstancias positivas que quieres, esto te impulsará a disfrutar tu presente e ir generando los medios para que no te falte nada de lo que quieres.
Si vives contando cada centavo, sufriendo por pagar impuestos, evitando tus amistades por no gastar, no estás propiciando un ambiente que atraiga la satisfacción y generosidad, así que en lugar de centrarte en las deudas, en lo que te falta, o en el precio de las cosas que deseas comprar, céntrate en ser generoso, agradecido y a tener actitudes más positivas frente el dinero.
Cambiar tu forma de pensar sobre el dinero, puede cambiar tu línea de ahorro y sobre todo, tu actitud frente a la vida.
Maestra en filosofía con especialidad en ciencias cognitivas por la Universidad Nacional Autónoma de México y licenciada en filosofía por la Universidad Panamericana. Realizó diplomados en filosofía de la acción, antropología, derechos humanos, estudios de la familia, fenomenología y bioética. Ha participado en el desarrollo de proyectos académicos y sociales a través de Red Madre y Suma por la educación. Actualmente trabaja en ICAMI, Región Centro, como Gerente de desarrollo académico e investigación.