En este artículo comparto una serie de conceptos que nos hacen reflexionar acerca de la función directiva. Todos ellos, recogidos del libro «Ser del hombre y hacer de la organización», escrito  por Carlos Llano hace algunos años pero que no pierden vigencia.

El Dr. Carlos Llano Cifuentes, Filosofo de la empresa, autor de más de 30 libros y un acervo de publicaciones, nos hace  un recorrido por el “lado humano” de las organizaciones

La empresa la define como “El conjunto de personas que se esfuerzan cooperativamente para lograr un fin común”. Los fines que persigue la empresa son cuatro: Generar un valor económico agregado, Generar un Servicio a la Sociedad, Generar un valor humano agregado y Permanencia. Pero, por otro lado está el concepto de hombre al que se le define como un ser Bio-psico-social que tiene objetivos propios y puede trascender. Además, la función directiva es que esos objetivos de la organización y del hombre sean complementarios y no disyuntivos.

El Dr. Llano cita la obra de Rensis Likert, «Un nuevo método de gestión y dirección», en la que nos dice que hay dos modos distintos de concebir la empresa, sea una organización sentada en la tarea que deben hacer los hombres , sea una organización centrada en los hombres que deben hacer la tarea. Ambos aspectos del trabajo son complementarios.

a)    Si el factor principal se deposita en la tarea, la necesidad clave de la dirección es imaginarla, describirla,  y enseñarla a quienes la ejecutarán. Posteriormente se controlará para que se lleve a cabo como se diseñó y se instruyó. En este caso, el hombre queda sometido a la sistematización de la tarea.

b)    Si la empresa se centra en el hombre, lo que interesa son las motivaciones de éstos, que han de configurarse en motivación para lograr los objetivos. En ese sentido no se trata de que el hombre solamente se ajuste a una tarea que se le ha enseñado, sino que la tarea arranque de ese hombre que se alienta del ímpetu del logro de un objetivo.

Además, el Dr. Llano Cifuentes parafrasea a Karl Jaspers en su «Philosophie» anotando que el hombre posee en su relación con el mundo de la empresa tres actividades específicas:

  1. La técnica no se refiere sólo a los problemas que provienen de las máquinas, también puede ser la burocracia misma que está creada como un sistema de trabajo en el cual las acciones se diseñan para controlar a las personas que ejecutan las tareas. La técnica persigue la modificación de objetos, no de sujetos, pero las personas bajo un sistema burocrático se le da el mismo trato que a las cosas.
  2. El diálogo es la relación que mantiene un sujeto sin modificarlo. El hombre se enfrenta con alguien que tiene autonomía y unicidad. El diálogo es la simple interrelación.
  3. La dirección es la actuación del hombre que pretende la modificación de un sujeto. Esta dirección no es la modificación de un  objeto pasivo e inerte, en cuyo caso sería “La técnica”, sino que dirigir es modificar a un sujeto sin que pierda por ello su autonomía e independencia.

Se habla de tres acciones de la Dirección que han permanecido a través de los años y que Carlos Llano publica en su libro «La enseñanza en la dirección y el Método del Caso»:

  1. Diagnóstico que es el conocimiento real de la situación ante la que se va actuar, saber cómo están las cosas.
  2. Decisión es la finalidad a la cual orientarse cuando hemos hecho el diagnóstico
  3. Mando son las acciones prácticas y fundamentales necesarias para la acción.

 

Por ello una de nuestras principales preocupaciones es afirmar que lo más serio de la vida es ese mundo de las relaciones personales que no pueden traducirse en términos de dinero, ni de influencia, ni de poder, términos monótonamente circulares: con el dinero consigo influencia, con influencia logro poder, con el poder obtengo dinero… lo más serio de la vida son las relaciones familiares, los nexos de amistad, las vinculaciones del compañerismo, los ideales del voluntariado” Carlos Llano.

 

Escrito por: Rafael Hinojosa Rojo 

Rafael Hinojosa Rojo es Licenciado en Ciencias de la Educación por la Universidad Autónoma de Sinaloa y Máster en Educación con acentuación en Asesoramiento Educativo-Familiar por el Centro Universitario Villanueva de Madrid, España. También tiene un diplomado en Entrenamiento en Coaching por el Instituto Argentino de la Empresa.

Ha sido Presidente de Jóvenes Empresarios de CANACO, Culiacán y Secretario de CANACO, Culiacán. Colabora en la columna Desde ICAMI que se publica en el periódico Noroeste  y actualmente se desempeña como Administrador de Negocio inmobiliario  Regional. Además en ICAMI Sede Culiacán es el Coordinador General y Académico y Profesor en el área de Factor Humano y Cultura Organizacional.