Una de las actividades más representativas de la función de líder es sin duda la toma de decisiones. En los deportes, por ejemplo, se puede observar con claridad la anterior afirmación. El manager de un equipo de baseball, así como el coach en un juego de football o el quarterback en el campo de juego, se encuentran continuamente tomando decisiones para dirigir a sus equipos hacia la meta establecida. Los líderes en los negocios no son muy diferentes en este sentido, una buena parte de su tiempo lo invierten en la toma de decisiones. Cuando hablo en este texto de un líder, me refiero no sólo a directores o gerentes que cuentan con puestos y autoridad, me refiero también a todas aquellas personas que actúan como líderes y son reconocidos y seguidos por sus colaboradores y compañeros.
Ahora bien, aunque existen varias teorías acerca del proceso y forma de tomar decisiones, podemos observar que cada líder le imprime un toque personal. Ciertamente podemos acordar que existen algunos pasos básicos en todo proceso de decisión; así por ejemplo, los investigadores Kepner y Tregoe, después de años de exploración y a partir del estudio de cientos de casos, llegaron a establecer que en general el proceso de decisión pasa por cuatro etapas:
1.- El análisis de la situación: que responde a la pregunta ¿qué esta ocurriendo?… aquí se busca una aclaración que permita entender el origen de un problema o situación a resolver.
2.- El análisis del problema: que responde a la pregunta ¿por qué ocurrió esto?… indica la necesidad de pensar en términos de causa y efecto.
3.- El análisis de decisiones: que responde a la pregunta ¿qué curso de acción debemos adoptar?…implica que debe hacerse una elección y que existen alternativas para ser elegidas.
4.- El análisis de problemas potenciales: que responde la pregunta ¿qué nos espera más adelante?… implica una visión a futuro y una postura de prevención del problema para evitar que se presente o repita.
Independientemente de la teoría que se siga o autor que se consulte, podemos aventurar que en cualquier decisión tomada, se abran tocado algunos o todos los 4 pasos que anteriormente se han descrito.
Es conveniente aclarar que no es necesario que exista un problema para que exista una decisión. En el caso de un juego de football, las decisiones que se van tomando minuto a minuto, son parte misma del juego y no son vistas como problemas, sino como situaciones naturales y propias del evento. Muchas decisiones importantes se llevan a cabo en ocasiones en donde no existen problemas, y en cambio existen posibilidades que algún observador detecta.
Si consideramos las múltiples posibilidades que surgen de las interacciones de las personas y de los fenómenos naturales, fácilmente coincidiremos en que la vida nos ofrece un estado de incertidumbre continuo. Es decir, lo más natural es la incertidumbre, debido a la complejidad y a la existencia de posibles alternativas ante determinada situación. Las reacciones que las personas puedan tener ante ciertas acciones, son muy diversas e impredecibles ya que existen varias alternativas de acción para cada persona. Basados en esto, podemos decir, al igual que el Dr. Miguel Bastons, que: La decisión es el proceso de selección de una alternativa.
Al decidir reducimos la incertidumbre.
Por otro lado, la mente humana no gusta de permanecer en la incertidumbre, de ahí que de forma continua esté buscando alternativas y tomando decisiones con el objeto de eliminarla.
Si se quiere ser líder, en cualquier ámbito, deberá aceptarse de forma natural la acción de decidir. Un líder que no tome decisiones pronto dejará de serlo. Los seguidores buscan en un líder, que decida por él y por ellos y enfrente las consecuencias de su decisión.
Las decisiones son ligas del presente al futuro. Decidimos/seleccionamos una alternativa de acción porque creemos que con ésta decisión sucederá un futuro esperado, sea inmediato o lejano. De ahí que un líder requiera ser también visionario. Cuando en la función de liderazgo se combinan las habilidades de generar una visiona y la toma de decisiones, surgen las propuestas y cambios más contundentes y transformadores. Si bien, no podemos garantizar que por ser visionario y buen tomador de decisiones un líder será exitoso, sí podemos esperar que este tipo de líder tendrá muchas más posibilidades de lograr las metas que se propone.
No podemos olvidar que un líder requiere de seguidores. De un equipo a quién guiar. Es este equipo el que también participa en el proceso de decidir. Un mejor líder es aquél que conociendo las capacidades de los integrantes de su equipo, las emplea a favor del proceso de decisión. En muchos casos, el equipo es quien realiza buena parte del proceso de análisis, evaluación y generación de alternativas, hasta el punto de elaborar la propuesta con mayores beneficios, para que el líder finalmente confirme la decisión.
Cuenta con una Ingeniería Mecánica Eléctrica y una Maestría en Ingeniería por la UNAM. En su experiencia laboral, fue técnico investigador en el Instituto de Ingeniería de la UNAM y ha ocupado diversos puestos como Ingeniero y Gerente en el área de Ingeniería y Manufactura para México y Latinoamérica en Hewlett Packard. Como profesor ha colaborado en la UNAM, ITESO e ICAMI.