«Las empresas son responsables ante la sociedad de generar riqueza y todo lo derivado de sus actividades, lo quiera o no.»

En el año de 2008, en el marco del Foro Económico Mundial, Indra Nooyi, presidenta y directora de PepsiCo comentaba: “Al día de hoy diversas compañías son más grandes que muchas economías. Somos pequeñas repúblicas. Somos motores de eficiencia. Si las compañías no realizan (responsablemente) sus operaciones, ¿quién lo hará? ¿Por qué no empezar a realizar el cambio en este momento?”.

La influencia del sector privado en la sociedad es cada vez mayor, empresas con ingresos mayores que el Producto Interno Bruto (PIB) de muchos países pueden ser la diferencia entre que una ciudad o país se desarrolle o no. La falla o accidente en la operación de una compañía puede marcar una generación entera por las afectaciones que cause, tenemos el ejemplo del derrame petrolero del Exxon en Alaska o el más reciente derrame de British Petroleum en el Golfo de México.

Ante esta influencia que se incrementa en el tiempo, la sociedad ha comenzado ha reflexionar si la única responsabilidad de las empresas es la generación de empleo y el pago de impuestos. Esta visión anacrónica del sector privado es muy limitada, las empresas son las únicas instituciones modernas cuya finalidad es la generación de riqueza. En esta finalidad radica el núcleo de la responsabilidad de la empresa.

Una persona es responsable de sus actos y las consecuencias de éstos, las conozca o no. La responsabilidad social empresarial es la forma como las empresas responden por sus acciones realizadas dentro de la sociedad. Todas las acciones de la compañía derivan de su estrategia y operación, y se enfocan en dar un servicio o producto. Todo este proceso es por el que una empresa debe responder.

La responsabilidad social no es un programa, no es la moda del management, no es una opción, no se puede evitar, no es algo que se elija o no. Por el simple hecho de operar, una empresa se hace responsable ante la sociedad de esta operación, lo quiera o no la empresa y aún más dramático, lo sepa o no.

 

Escrito por: Marco Iván Escotto Arroyo

Marco Iván Escotto Arroyo es Licenciado en Filosofía y Master en Comunicación Institucional por la Universidad Panamericana (UP). También es Master en Administración de Empresas para Ejecutivos con Experiencia (MEDEX) del IPADE. Experto en RSE y ética empresarial.

El Lic. Escotto, es Director Adjunto del Centro de Estudios para la Gobernabilidad Institucional – CEGI, de la UP y Miembro del Comité del Pacto Mundial Capítulo México y del Grupo de Trabajo Anticorrupción del PRME (Principles for Responsible Management Education) del Pacto Mundial.  Colaboradora en diversos diarios y revistas especializadas como: El Economista, El Universal, El Norte y Mundo Ejecutivo. Es profesor de IPADE y ICAMI.