El arte de aprender a desaprender: clave para el crecimiento profesional

En un mundo donde el cambio es la única constante, la capacidad de desaprender se ha convertido en una competencia esencial para cualquier profesional que busque evolucionar. Ya no basta con adquirir nuevos conocimientos; es necesario cuestionar lo aprendido, desafiar paradigmas y abrirse a nuevas formas de pensar y actuar. En este contexto, el método del caso, la andragogía y el desarrollo de *soft skills* juegan un papel fundamental en la transformación de líderes y directivos.

Muchos profesionales llegan a programas de formación con años de experiencia y conocimientos arraigados. Sin embargo, enfrentarse a nuevos retos exige flexibilidad mental y la capacidad de soltar ideas o métodos que, aunque útiles en el pasado, pueden no ser efectivos en el presente.

Aquí es donde el método del caso cobra relevancia, ya que plantea situaciones empresariales reales que obligan a los participantes a analizar, debatir y replantear sus enfoques. Al no haber una única respuesta correcta, se fomenta el pensamiento crítico y la capacidad de adaptación. Un claro ejemplo es el de un directivo acostumbrado a tomar decisiones basadas solo en su intuición, que, al analizar un caso con múltiples perspectivas, descubre la importancia del análisis estructurado y el trabajo colaborativo para obtener mejores resultados.

Además, en los espacios de formación, la convivencia entre generaciones se convierte en un catalizador del desaprendizaje. Las nuevas generaciones llegan con ideas frescas, perspectivas innovadoras y un enfoque diferente sobre los retos empresariales. Al interactuar con colegas de distintas edades y experiencias, los profesionales se ven desafiados a reconsiderar sus supuestos e integrar nuevos enfoques en su manera de pensar y actuar. Este intercambio enriquece el aprendizaje y hace que la necesidad de desaprender sea más palpable en cada sesión.

La andragogía se centra en cómo los adultos aprenden mejor, partiendo de su experiencia previa y motivación intrínseca. Para desaprender, es fundamental que los profesionales no solo reciban información nueva, sino que vivan experiencias que desafíen sus supuestos y generen una verdadera transformación en su forma de actuar.

Los programas basados en el aprendizaje experiencial y el trabajo en equipo permiten a los participantes poner a prueba sus creencias, enfrentarse a nuevos escenarios y reformular sus estrategias. Por ejemplo, un líder que antes evitaba delegar responsabilidades puede, a través de dinámicas participativas, entender cómo empoderar a su equipo mejora los resultados generales.

Para que el desaprendizaje sea efectivo, es necesario desarrollar *soft skills* como la adaptabilidad, el pensamiento crítico y la resiliencia. Estas competencias permiten a los profesionales cuestionar su propia forma de pensar y actuar, impulsando su evolución dentro de la empresa.

Un ejecutivo que ha desarrollado la flexibilidad mental no se aferra a modelos tradicionales, sino que está dispuesto a explorar nuevas formas de trabajo. Por ejemplo, un gerente que solía rechazar el trabajo remoto puede, al desaprender sus prejuicios y analizar experiencias exitosas, reconocer los beneficios de esta modalidad y adaptarse a ella.

El aprendizaje continuo es vital para el crecimiento profesional, pero solo es efectivo cuando se acompaña de la capacidad de desaprender lo que ya no es útil. A través del método del caso, la andragogía y el desarrollo de *soft skills*, los profesionales pueden evolucionar y adaptarse a los constantes cambios del entorno. En definitiva, el verdadero aprendizaje comienza cuando nos atrevemos a cuestionar lo que creemos saber y nos abrimos a nuevas posibilidades. El arte de desaprender no solo transforma a los individuos, sino que impulsa la innovación y el éxito en las organizaciones.

Claudia Cruz. Licenciada en Mercadotecnia por parte de la Universidad Tecnológica de México (UNITEC). Master en Terapia de Reencuentro por parte del Instituto Terapia de Reencuentro España y la Facultad de Psicología de la UNAM. Cursó la Maestría en Dirección de Empresas para Ejecutivos con Experiencia (MEDEX) EXECUTIVE MBA, por IPADE Business School.

Empresaria con más de 25 años de experiencia en giros de Mercadotecnia, Lubricación y Tecnología. Actualmente socia fundadora y directora general de PERC Consulting Management Services, empresa con 15 años en el mercado, dedicada al reclutamiento y selección, capacitación y coaching del Factor Humano. Tiene su marca personal KALA “Atrévete a crecer”, en donde apoya a emprendedores, profesionistas independientes, MYPyMES y Empresas familiares en temas de Coaching, Imagen corporativa y Mercadotecnia digital.